lunes, 11 de junio de 2012

ALIMENTACIÓN DEL NIÑO(A) DE 0–6 MESES DE EDAD


La lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses de vida, debe ser la meta en todo lactante. 


Solo beneficios.

La promoción de la lactancia materna de los niños ( as) durante este periodo de su vida, debe ser un tema prioritario para el trabajo de los pediatras en general, impulsando e incentivando a las familias, desde la primera actividad de salud a la que acude, incluso en la etapa prenatal, y por cualquier miembro del equipo que la ejecut.

 
Todo el mundo de acuerdo

En este sentido además es importante que el personal de salud maneje aspectos básicos relacionados con las ganancias de peso y talla así como lo relativo a canal de crecimiento y velocidad de crecimiento, que hacen a cada individuo único en su desarrollo.
De esta forma, puede orientarse adecuadamente a cada familia, en lo referente a una alimentación saludable desde el comienzo de la vida, considerando los antecedentes personales, familiares y socioculturales.

 
 No existen aun grafica de ganancia normal de peso

Actualmente la Organización Mundial de la Salud, está desarrollando nuevas gráficas de crecimiento para niños(as) menores de 2 años, basados en el seguimiento longitudinal de incrementos de peso y talla de población representativa, alimentada en forma exclusiva con lactancia materna durante los primeros 6 meses; se espera disponer de estas nuevos datos en los próximos años. 

  
CON LACTANCIA MATERNA EXCLUSIVA:
 
La leche materna es el único alimento capaz de satisfacer todas las necesidades nutricionales durante los primeros 6 meses de vida, sin requerir otros alimentos o agregados como agua o jugos. 
 Mamar y tragar
El niño(a) es capaz de mamar y tragar solamente líquidos en los primeros meses de vida, por la presencia de los reflejos de succión y deglución, que por definición son involuntarios. 
 Comienza por el calostro
La succión precoz y frecuente del calostro mantiene en el niño(a) la glicemia en niveles adecuados, evita la deshidratación y la pérdida exagerada de peso en el recién nacido, proporciona además inmunoglobulinas y otras proteínas que son parte del sistema inmune y por lo tanto, de gran importancia para un recién nacido.

 
 Poco, pero bueno

El volumen relativamente pequeño del calostro durante los primeros días post parto, contribuye además a que el lactante pueda establecer en forma adecuada la coordinación entre las funciones de succión, respiración y deglución, y permite la baja de peso fisiológica de los primeros días de vida. 



 
 El apego
 
El amamantamiento, por otra parte, favorece la relación madre hijo(a) al permitir el contacto piel a piel entre ambos, ayudando a mantener la temperatura corporal del niño(a) y evitando el estrés; favorece el desarrollo normal de los maxilares, dados los movimientos antero posteriores que realiza la mandíbula y las posiciones que adopta la lengua para extraer la leche; esto constituye la deglución visceral o infantil.

 
 Nada más antes de los seis meses

 Hasta los 4 meses los niños(as) presentan una menor capacidad para digerir hidratos de carbono complejos (almidones), debido a la menor actividad de la amilasa pancreática; la cual sólo alcanza un nivel de actividad significativo a partir de esta edad. También está presente, hasta los 4 a 6 meses, el reflejo de extrusión que determina que el alimento introducido en la parte anterior de la cavidad bucal sea frecuentemente expulsado.

 
 Comienza la salivación, no confundir con los dientes

Entre los 4 y los 6 meses el niño(a) puede experimentar salivación más abundante, picazón de encías y llevarse las manos frecuentemente a la boca. Debe permitirse al niño(a) que juegue y pruebe sus manos, para que registre nuevas percepciones en la lengua. A esta edad madura por completo la deglución y aparece una masticación rudimentaria, comienzan a erupcionar algunos dientes y la lengua va adquiriendo una posición más posterior.
 Esto permite el cambio de consistencia de los alimentos, y aparece una masticación rudimentaria, la que es sólo completamente eficiente cerca de los tres años.

 
Solo leches especiales.
Hasta los 6 meses el niño(a) tiene limitada capacidad para absorber grasas saturadas de cadena larga, esta inmadurez se compensa por la existencia de lipasas linguales y gástricas además de una lipasa específica de la leche materna que se activa al llegar al duodeno, en presencia de sales biliares. 

Fuente; MINSAL.-

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